jueves, 5 de abril de 2012
If you hear me, let me know.
Ojalá pudieras verme y notar cuánto he cambiado, cuánto he crecido. Ojalá pudieses apreciar esa sutil diferencia. ¿Realmente llegamos a conocernos alguna vez? ¿Sabes que me pongo nerviosa cuando tengo que pedir en un restaurante o cuando voy a pagar en una tienda? ¿Y de mal humor cuando tengo hambre?
Ojalá hubiéramos llegado a ese punto de ingravidez en el que con una mirada sobra lo demás. Pero no había miradas, no en nuestra historia. Ojalá no fuesen todo palabras y realmente tú pudieras leerme como un libro abierto, ojalá conocieras todas y cada una de mis neuras. Ojalá me hubieras visto evolucionar a tu lado, ojalá hubiésemos sido uno solo, y no dos mitades separadas. Ojalá hubiésemos sido tan “NOSOTROS” que no pudiésemos concebir un diminuto “tú y yo”. Ojalá hubiéramos llegado a hacer todo aquello que prometimos que haríamos juntos algún día.
Ojalá. Ojalá fueses capaz de mirarme y darte cuenta de que, a pesar de todo, sigo siendo la misma niña tonta que se eriza al recordarte. Sí, ojalá a pesar de todo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario